Más que un sello, un compromiso con el planeta
- Comunicación Feria Expo Flor Ecuador
- 24 abr
- 2 Min. de lectura
En un mundo cada vez más consciente de su impacto ambiental, el sector florícola
ecuatoriano da un paso firme hacia el futuro. El sello Flor Ecuador Certified no solo
garantiza la calidad superior de nuestras flores, sino también el cumplimiento de
estándares rigurosos en sostenibilidad social, ambiental y laboral. Hoy, este compromiso
va más allá: el gremio ha asumido la ambiciosa meta de ser un sector carbono neutro para
el año 2030.
Un sello que transforma
Flor Ecuador Certified es mucho más que una certificación técnica. Representa el esfuerzo
conjunto de las fincas afiliadas por producir con respeto a la naturaleza, condiciones dignas
para los trabajadores, y procesos limpios que minimicen su huella ambiental. Actualmente,
más de 194 fincas florícolas certificadas ya aplican prácticas responsables como manejo
eficiente del agua, reducción del uso de agroquímicos, reciclaje de residuos y medición de
su huella de carbono.
¿Qué significa ser carbono neutro?
Ser carbono neutro implica que una finca u organización es capaz de medir, reducir y
compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), hasta lograr un
balance neto de cero. Este proceso no solo fortalece el posicionamiento comercial de
nuestras flores en mercados cada vez más exigentes, sino que además contribuye a los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y responde a la creciente demanda de los
consumidores por productos responsables.
La meta: sector florícola carbono neutro en 2030
Expoflores ha trazado una hoja de ruta clara para que, de forma progresiva, el sector
florícola ecuatoriano alcance la neutralidad de carbono en su conjunto para 2030. Esto
se logrará mediante el uso de herramientas como el Calculador de Huella de Carbono, la
implementación de planes de mitigación, y alianzas estratégicas con el Estado,
organizaciones internacionales y el sector privado.
Un compromiso que abre puertas
Al alinear el sello Flor Ecuador Certified con la agenda global de sostenibilidad, el sector
florícola gana terreno en los mercados más exigentes del mundo, donde la trazabilidad, la
ética y el impacto ambiental positivo ya no son un valor agregado: son un requisito.
Además, este compromiso posiciona a Ecuador como líder en floricultura responsable a
nivel mundial.
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